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Las emociones
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Las emociones
¿Qué son las emociones? Un sistema de respuestas que tiene relación con los pensamientos, emociones y experiencias. Si estás enfadada/o, por ejemplo, puedes pensar (y por lo tanto sentir) que odias a alguien y que no le vas a volver a hablar. Puedes tener pensamientos del tipo "no lo soporto", "no le quiero ver nunca más".
Las emociones desencadenan pensamientos, sentimientos y nos predisponen a actuar. Por ello, dependiendo de la situación, podemos sentir la necesidad de echar a correr, romper algo, comprar algo o abrazar a alguien, por poner algunos ejemplos. Definir las emociones es difícil, porque en las emociones interactúan numerosos factores. Entre ellos nuestros pensamientos, las interpretaciones, los juicios y las creencias. Estos factores pueden influir en las emociones que sientes y en la intensidad de las mismas.
Hay aspectos asociados a las emociones que son fácilmente observables, como pueden ser nuestras acciones (expresión facial, postura corporal), las reacciones fisiológicas (sudoración, ruborizarse) y los comentarios de los demás (especialmente el contenido: "te odio", "te quiero" y el tono de voz: dulce, tenso, sarcástico, elevado). Hay otras reacciones fisiológicas que, más que observables a simple vista, son medibles, como los latidos del corazón. Todos estos aspectos pueden orientar a los demás y a nosotros mismos acerca de que estamos sintiendo. Sin embargo, hay otros aspectos que no son fácilmente observables, como las necesidades e impulsos (tener ganas de hablar o de hacerse daño), la sensación de estar preparado para algo (ganas de acudir a un partido de fútbol porque se siente en plena forma o siente que le saldrá bien), las experiencias emocionales subjetivas (lo que tú u otras personas sienten y no es percibido por los demás; aquello que sólo podrían percibir si tú se lo cuentas) y las evaluaciones (expectativas propias y de los demás, juicios e interpretación de cómo son las cosas y cómo deberían ser).
Todo lo anterior repercute en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones interpersonales.
Los aspectos que son observables son más fáciles de percibir, porque son obvios para ti y para los demás. Pero si eres una persona altamente reactiva (con tendencia a actuar por la intensidad del momento) puedes no ser consciente de ellos y de cómo afectan a tus relaciones interpersonales en general. Además, pueden crear confusión en los demás (por ejemplo, si tu lenguaje no verbal no es coherente con lo que estás diciendo). Hay personas que tienden a gesticular mucho y realmente no son conscientes de lo contradictorios que pueden resultar algunos de sus gestos.
Recuerda que tienes (todos tenemos) experiencias internas que nadie puede "ver" y que hay momentos en los que es importante decirles a los demás lo que estás sintiendo. Aunque puede ser duro (porque los demás no siempre entienden el efecto que sus acciones tienen en ti), si no expresas lo que sientes, el dolor se va acumulando y al final es probable que se lo acabes diciendo de una manera que no es propia de ti y que hagas (y te hagas) daño.
Dolores Mosquera
Fragmento de Diamantes en Bruto II
Las emociones desencadenan pensamientos, sentimientos y nos predisponen a actuar. Por ello, dependiendo de la situación, podemos sentir la necesidad de echar a correr, romper algo, comprar algo o abrazar a alguien, por poner algunos ejemplos. Definir las emociones es difícil, porque en las emociones interactúan numerosos factores. Entre ellos nuestros pensamientos, las interpretaciones, los juicios y las creencias. Estos factores pueden influir en las emociones que sientes y en la intensidad de las mismas.
Hay aspectos asociados a las emociones que son fácilmente observables, como pueden ser nuestras acciones (expresión facial, postura corporal), las reacciones fisiológicas (sudoración, ruborizarse) y los comentarios de los demás (especialmente el contenido: "te odio", "te quiero" y el tono de voz: dulce, tenso, sarcástico, elevado). Hay otras reacciones fisiológicas que, más que observables a simple vista, son medibles, como los latidos del corazón. Todos estos aspectos pueden orientar a los demás y a nosotros mismos acerca de que estamos sintiendo. Sin embargo, hay otros aspectos que no son fácilmente observables, como las necesidades e impulsos (tener ganas de hablar o de hacerse daño), la sensación de estar preparado para algo (ganas de acudir a un partido de fútbol porque se siente en plena forma o siente que le saldrá bien), las experiencias emocionales subjetivas (lo que tú u otras personas sienten y no es percibido por los demás; aquello que sólo podrían percibir si tú se lo cuentas) y las evaluaciones (expectativas propias y de los demás, juicios e interpretación de cómo son las cosas y cómo deberían ser).
Todo lo anterior repercute en nuestro comportamiento y en nuestras relaciones interpersonales.
Los aspectos que son observables son más fáciles de percibir, porque son obvios para ti y para los demás. Pero si eres una persona altamente reactiva (con tendencia a actuar por la intensidad del momento) puedes no ser consciente de ellos y de cómo afectan a tus relaciones interpersonales en general. Además, pueden crear confusión en los demás (por ejemplo, si tu lenguaje no verbal no es coherente con lo que estás diciendo). Hay personas que tienden a gesticular mucho y realmente no son conscientes de lo contradictorios que pueden resultar algunos de sus gestos.
Recuerda que tienes (todos tenemos) experiencias internas que nadie puede "ver" y que hay momentos en los que es importante decirles a los demás lo que estás sintiendo. Aunque puede ser duro (porque los demás no siempre entienden el efecto que sus acciones tienen en ti), si no expresas lo que sientes, el dolor se va acumulando y al final es probable que se lo acabes diciendo de una manera que no es propia de ti y que hagas (y te hagas) daño.
Dolores Mosquera
Fragmento de Diamantes en Bruto II
Re: Las emociones
Los aspectos que son observables son más fáciles de percibir, porque son
obvios para ti y para los demás. Pero si eres una persona altamente
reactiva (con tendencia a actuar por la intensidad del momento) puedes
no ser consciente de ellos y de cómo afectan a tus relaciones
interpersonales en general. Además, pueden crear confusión en los demás
(por ejemplo, si tu lenguaje no verbal no es coherente con lo que estás
diciendo). Hay personas que tienden a gesticular mucho y realmente no
son conscientes de lo contradictorios que pueden resultar algunos de sus
gestos.
Gracias lili por ayudarme a verme.
Eva- Miembro universal
- Cantidad de envíos : 333
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